viernes, 25 de abril de 2014

Palabras prestadas #56

Os invitamos a conocer las nuevas palabras prestadas por el poeta y traductor George Szirtes. Tienen hasta el martes 6 de mayo, para hacer llegar vuestros poemas a la dirección: librodepalabrasprestadas@gmail.com

Antes de enviar tu poema por favor mira las bases en "¿Cómo participo?"



#56  Las Palabras son prestadas por George Szirtes.

George Szirtes es autor de unos quince libros de poesía y diversas traducciones al húngaro. Su primera obra, The Slant Door (1979) fue ganadora del premio Faber Memorial Prize. En el 2004 ganó el Premio T S Eliot por Reel, y fue nominado nuevamente en el 2009 por The Burning of the Books y por Bad Machine (2013).
La editorial Bloodaxe publicó sus New and Collected Poems en el 2008.
Sus traducciones del húngaro al inglés han sido galardonadas internacionalmente, recibiendo el Premio a la mejor traducción de un libro en los EE.UU. por Satantango (2013) de László Krasznahorkai. Su último libro, In the Land of the Giants, fue ganador del premio CLPE para la mejor colección de poesía para niños en el 2013.

georgeszirtes.blogspot.com
George Szirtes – Ciclo Literario (Español)



Las Palabras Prestadas #56

aperitivo

resplandeciente

nadar

gracia

menear




El viernes 9 de mayo 2014 publicaremos los poemas y una nueva selección de palabras.




La editorial
Cuadernos del Vigía 

premiará con un libro 
al mejor poema.







Poemas prestados #55

Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por el poeta Andrés Neuman. Te animamos a que sigas participando en la quincuagésima sexta edición que empieza el viernes 25 de abril del año 2014.

Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Juan M. Santiago León quién recibirá un libro de la editorial.






A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
antípoda, piedra, estría, luciérnaga y extranjero.



❆ ❆ ❆



Palabras que me decía mi padre cuando se enojaba:

– Pareces extranjero..

País de la antípoda que siempre mencionaban mis amigos cuando querían escapar de sus vidas:

– Nueva Zelanda..

Cicatriz contra la que mi mujer siempre luchaba, pero que ahora, de buena esperanza, bendice:

– La estría es un aviso del cuerpo que te informa que tu piel es como la tierra, fecunda,
y se agrieta..

Material de la que está hecha la adoración a un culto antiquísimo y trascendente:

– La piedra

La duración de este poema:

– Como el resplandor fugaz de una luciérnaga.

El resto es orfebrería..



Juan M. Santiago León
Arganda del Rey, Madrid, España

colectivosublet.blogspot.com


❆ ❆ ❆



TRÁNSITO

No hay método para cruzar
el acantilado tiempo de la muerte.

Intuimos espacios extraños,
oscuridades de piedra y estría
donde todo se torna extranjero.

Detrás de la última luciérnaga
el silencio conquista la palabra.

Ceguera abisal antípoda de sol
que imposibilita regresar
a los poemas posibles.


                             A José Saramago por su legado.
                             A Pilar Del Río por su hospitalidad.

Lisboa 19 de Abril de 2014



Nicolás Corraliza
Extremadura, España


❆ ❆ ❆



El silencio.

Las palabras no tienen dueño.
No son de nadie. No nos pertenecen.
Vienen de muy dentro.
De muy lejos. De las antípodas.
Se nos rompen en la boca
Como piedras despeñadas.
Se nos clavan en la lengua.
Recorriendo sus estrías.
Marchitándose en su punta.
Sin aliento. Agotadas.
Extranjeras e invisibles.
Como el eco. Y las luciérnagas.


José Manuel Ponce Salgado
Valencia, España


❆ ❆ ❆



Vampiro del algoritmo

Irrumpió en silencio como extranjero
que ofreció, cual luciérnaga, su luz
imponiendo su yugo en mi testuz
de manso deslumbrado. Lo primero
fue su piedra miliar en el lindero
del camino, como ley revelada.
Al fín, recibí su lluvia dorada
de buen grado y hasta fue llevadero
cuando escarificó en mi piel su estría
dejando firma. Con su mano umbria
sembró hongos de Yuggoth, libó a su ritmo
enfermizo, -antípoda de la entraña-
de mí pues, más que un dios, era alimaña
virtual, mi vampiro del algoritmo.


Gabriel Merino
Madrid, España


❆ ❆ ❆



UN SOPLO DE EXTRANJERO

Da lo mismo el lugar donde yo habite.
Da lo mismo el perfil de mi guarida
Y el escombro que la cubra cada día.
Da lo mismo, habito en una estría.

Y en el aire polvoriento de esta esquina
Me pregunto si algún día yo viviera
En la antípoda del centro de mi herida
¿qué sería si las piedras me quisieran?

Da lo mismo en la luz que en la quietud.
Por la noche la luciérnaga me alumbra,
Mas la luz no abre camino por las sendas,
Soy en ellas un soplo de extranjero.


Vicente Javier Fernández Gómez
Añastro -Treviño-, Burgos, España

vicentejavier-f.blogspot.com.es


❆ ❆ ❆



Sangrando
luz de luciérnagas
baten sus alas
las mariposas grises del fango.
Moho,
barro.
Sangrando lágrimas verdes
araño mis piernas con las púas del espino
montaña arriba, montaña arriba.
No hay sendero de vuelta.
En las antípodas del sueño está el hielo,
en las antípodas del hielo está la puerta de las luciérnagas.
Extranjera, golpeo la aldaba forjada.
Extranjera sin puerta ni abrigo
nadie acude a mi frío.
Del hierro caen mariposas,
cuerpos secos de polvo y hielo.
Tejidas estrías negras
dibujan sus alas en el suelo
presas de la luz brillante, deshaciéndose, deshaciéndose.
No hay sendero de vuelta,
ni puerta, ni abrigo.
Sangrando luz de luciérnagas
arañan mis piernas
las alas secas de las mariposas.
Barro.
Moho.
Hielo.


Pon
Madrid, España


❆ ❆ ❆



El Absoluto

Como un extranjero en este inhóspito parecer,
desconoce lo que yace al costado del camino.
De pie se yerguen a los lados gigantes sombras
y en la horizontal se confunden aguadas acuarelas.

La máscara que soporta en su rostro filtra los
motivos desperdigados a los lados, olvidados.
De sus antípodas deja solo pasar el pasado,
que perfora las sienes y abandona este ahora.

Camina la vida el hombre derrotado, vencido
por sus propias piedras, acaudalados de estrías,
sus ojos contemplan, secos de luciérnagas, el latir
de una hoja y su lento descenso al absoluto.


Leonardo Crudo
Hurlingham, Buenos Aires, Argentina

ensimismadisimo.blogspot.com.ar


❆ ❆ ❆



la antípoda del verso

En la antípoda,
                        la sequía de versos llena de estrías los labios
de las farolas que, tímidas, se dejan alumbrar por las olas.
En su antípoda,
                        las manos extranjeras expolian tesoros, pero solo
en oro y plata y piedras, y no en brillos en ojos ajenos (despierta).
En tu antípoda,
                        las luciérnagas se besan e iluminan
un sendero etéreo entre hadas borrachas que nunca verás.
En mi antípoda,
                        el delirio de sus labios, y mis sábanas
ya frías, y ya es verano en la mano que no me acaricia.
En esa antípoda,
                        versos desnudos que desgarran almas vacías.
En otra antípoda,
                        las mariposas, las metáforas y la luna
de los poetas que recitan versos a camareras por los bares, y ninguna verdad.

En la antípoda relativa de medio corazón, solo
medio corazón. En la antípoda de tu antípoda,
tú.


Alberto Espuny
Murcia, España


❆ ❆ ❆



El viaje

En la falda de la ardiente montaña
de una estría
emerge una piedra.
Peregrina desde el extranjero
a su antípoda.
En la noche brilla cual luciérnaga
acariciada por la luna.


Carmen Lafuente
Madrid, España


❆ ❆ ❆



“…No puedo detenerme,
perdonad, tengo prisa,
soy un río de fuerza, si me detengo
moriré ahogada en mi propio remanso.”
(Gloria Fuertes)

He llegado serena hasta aquí,
sin detenerme.
Con estrías, canas y alguna arruga.

Antípodas de lo que fuimos,
ya no jugamos a “piedra, papel o tijera”.
Somos extranjeros en un mundo sin memoria.
Recitamos versos de algún poeta maldito,
o peor aún, olvidado.

Recuerdo una noche de verano,
una cualquiera de las que nunca viví,
buscando luciérnagas, sapos y culebras,
trasgos, xanas y corujas
para inventar el relato de mi vida,
esa misma que todavía saboreo
en algún poema de Gloria Fuertes.


Lola Álvarez Feito
Madrid, España

midulcerutina.blogspot.com.es


❆ ❆ ❆



El piano

Suavemente el silencio se ha hecho forma
que moldean los sonidos de un piano.
Su música es voz, espejo de ébano,
donde nadie es extranjero en su horma.

Siento en la tarde cómo se entretejen
mis sueños y sus acordes de hiedra,
que se tallan como estrías en piedra
y deseo que de mí no se alejen.

Quizá es el albur del piano el espejo
del oriente y su antípoda, reflejo
de un mismo río y la vida azarosa.

Quisiera huir al instante que otrora
la canción, la luciérnaga y la aurora
me mostraron el color de la rosa.


Esteban Ortego
Castleford, West Yorkshire, England


❆ ❆ ❆



El caminante

Caminante tenaz, hombre porfiado,
exhausto buscas desandar tus pasos
que a la antípoda de tu raíz te han guiado.

Cual piedra inerme, ruedas los caminos,
bajo luceros que cintilan cual luciérnagas
y la vehemencia de tus sueños peregrinos.

Eres un extranjero más en tierra extraña,
con rostro y alma surcados de recuerdos,
como estría que a vetusto árbol acompaña.

Caminante tenaz, hombre porfiado,
no desandes tus pasos con desgano,
la vida es breve, mas el andar pesado.


Alejandra Georgina Laorrabaquio Saad
Estrasburgo, Francia

ginasaad.blogspot.com


❆ ❆ ❆



Versos

Los versos no pertenecen a la pluma,
sino a las luciérnagas en vuelo,
a las historias grabadas en piedras manchadas
y a las estrías de los árboles sagrados.

En la antípoda oscura
ellos también se aferran a las palabras que ligan todas las almas,
y ya no somos extranjeros.


Ann Marie Fickes
Virginia, EE. UU.


❆ ❆ ❆



Las tinieblas son imaginación,
mi amor es la realidad.
Ni en la antípoda de mi corazón
hallé razón para no amarte.
La piedra de mi zapato se hizo pétalo,
la estría se llenó de bondad.

Los sueños no se sueñan,
se cumplen. Se pueden besar.
No necesito luciérnagas para alumbrar
los centímetros entre tú y yo.
Dejé de sentirme extranjero
acomodado entre tus brazos.

Las tinieblas son imaginación,
mi amor, una realidad.


Javier Lara
Antequera, Málaga, España

www.javilara.com


❆ ❆ ❆



No te vayas (inspirado en No te salves de Benedetti)

No te quedes en la antípoda de mi aliento,
no te vayas sin lamer la estría de mi dolor,
no te desnudes antes del vuelo errante de ésta luciérnaga,
no te vistas sin aguar mi mirada de piedra.
Pero, si no te quedas, si decides no quedarte,
y la luciérnaga vuelve a ser piedra
y la piedra, dolor
Y el dolor, aliento amargo,
mi boca, mi boca insomne y traicionera, seguirá derramando tu nombre, antes extranjero.


Keka Conesa Mínguez
Sevilla, España


❆ ❆ ❆



Arena

Somos como arena:
se nos van los días con el viento.
Nos llevan por el bosque,
nos vuelven extranjeros;
se mezclan con el polen
que se roban las abejas
de carbón y oro.

De arena somos miel,
somos del cielo las luciérnagas
que jamás volteas a ver.
Nos quedamos prendidas de la noche
hasta que el sol nos barre
con su luz.
Caemos pues del cielo,
como piedras,
volvemos a la tierra
una segunda vez.

Somos como arena:
la piel se nos abre con la sed.
Las estrías reclaman que algo dulce
humedezca nuestros cuerpos.
Días cuyos momentos
se separan
como el agua y el aceite.

Somos como arena:
los susurros nos transportan por el universo
hacia otras bocas,
hacia otras manos.
Nos llevan
hasta las antípodas
que nos hacen ver de fuera
a detalle nuestros granos.

Somos como arena:
a veces arrullamos nuestros sueños
cuando nos dejamos arrastrar
hasta el fondo del océano.


José Carlos Barranco Ávila
Ciudad de México, México

karbonarts.com


❆ ❆ ❆



MI ANTÍPODA

No hay lugar donde fuera extranjero,
Mísero, pérfido y traicionero;
Ni espada que de piedra
no fuera forjada,
que estremecieran mis entrañas.
Como la Luna ensangrentada.
No hay lugar que luciérnaga alumbre,
Miserable, Lázaro y destruido,
Que aún perdido,
Atormentara mi coraza
Y mi podredumbre.
Pues, tan bella de siniestra lujuria
Y enmascarada cobardía,
No porfiaría que ¡Mi Antípoda!
Existieras de lágrimas y desdicha.
Que, de vileza emponzoñada,
con ruda y profunda estría,
En mí, se sintieran dicha.


Francisco E. Martín Cerezo
Málaga, España

lafelicidaddewig.blogspot.com


❆ ❆ ❆



Luces de infancia..

¿tu recuerdas de pequeño
cuando en los ribazos del camino
se encendian aquellas luces verdes
todas en fila ?
hasta el nombre suena a infancia,
luciérnagas nos llenaban de alegría,
respeto, cariño,
y que sin tocarlas,
buscábamos entre las piedras
para admirar
con aquellos ojos curiosos
llenos de vida,
llenos de niño y de niña.
cuando llegaba el amigo
extranjero
dandonos tanta importancia
lo llevabamos a las antipodas
del secreto,
para que no supiese nunca
donde soñábamos
viendo
aquellas dulces lucecitas,
que no queriamos
que nadie tocara.
Estriada la vida
cuando ahora pensamos en ellas
ya no están ....
ni infancia
ni luciérnagas.
ni fantasía.
ya no queda nada...
salvo la vida.


Cristina Eme
Zaragoza, España


❆ ❆ ❆



Inmóvil, como un punto en la sombra
de mi sombra,
estiro el plexo solar, territorio de
luciérnagas,
y tropiezo con mi antípoda.

Sobreviene un murmullo de luces
sorprendidas por las estrías que
lamían las paredes de mis sueños;

y, cuando la constelación de sombras
y luces interiores
va a formar un
corro para el juego, vuelvo a mirar:

si es la proximidad de las piedras
que me conjugan,
si el atardecer lluvioso del antiguo deseo…

es lo que me convierte blandamente
en el mejor extranjero.


Paloma Bienert Barberán
Santander, España


❆ ❆ ❆



Caminante

Botas viejas
cubren mi piel de extranjero
por el borde de tu camino,
atravesado por estrías que brillan en las piedras.
Son lágrimas de luciérnagas
levantando el polvo de las antípodas
del espejismo que nunca alcancé.


Patricia Richmond
Zaragoza, España

patriciarichmond.blogspot.com.es


❆ ❆ ❆



Globo terrestre

Antípoda es una esfera terrenal de hemisferio que de
piedra en piedra se forman olas, cielos y ondas que son
estría como relieve que cruza en nuestras venas, pero que son arboles con
luciérnaga, como lampara que giran el mundo para saber cual es el ambiente
extranjero.

Piedra angular, sinigual que traza el mapa de esperanza para seminar trigo , dejando las flores son luceros de vida, que son lampara universal que forma nuestro globo terrenal.


Martha del Pilar
Italia

rodriguezmartha.blogspot.it


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Inxilio

No creas en la luz de las antípodas que la vida te presenta. Eres siempre extranjero en tu propia tierra. Mira el horizonte y alcanza una piedra. Tómala fuerte que tu mano la apriete. Esa realidad suspendida es tu presente. Nunca te dejes tentar por las luciérnagas.


Irene Costa
Mar de Plata, Argentina


❆ ❆ ❆



Algo redondo.

No somos
seremos
como la estría en la piedra
Nos verán
desde el cielo
como luciérnagas
Pero estamos condenados
a ser extranjeros
antípodas en el universo.


Salvador Tamayo Morales
Malaga, España


❆ ❆ ❆



Poemundo

Mi mundo:
La poesía, dijo sonriendo a la camarera.

Un mundo sin extranjeros.
De forma y volumen como suave piedra de río,
con sus antípodas a veces cerca y otras lejanas.
De negro color, así las palabras brillan eternas
como luciérnagas iluminando
al que abre un poco los ojos
y mira a través de las estrías de su imaginación.

La camarera que sabe traducir
con impecable exactitud a los clientes
sonríe a su vez y entiende que:
Este borracho venido de las antípodas
que habla con la boca llena de piedras
una lengua difícil de entender,
sustancia su odio al extranjero en satíricos ripios.
Pero el brillo de luciérnaga de sus azules ojos,
le delata.


Julio Alcalá Neches
Castellón, España

julitoches.blogspot.com


❆ ❆ ❆



Correspondencia

Todas las cartas que recibo
del extranjero
hablan de luciérnagas apagadas
y brotes de dudas.

Llegar por sorpresa
y rodean mi cuello
como piedras ensayando asfixias.

Me piden opinión
de sus puntos y sus comas
yo corrijo sus estrías,
despacio,
con la mano nostálgica.

Todas las cartas que recibo
contienen algo de ti,
de la antípoda,
de esa porción que se ha ido.


Carmen Monreal
Valencia, España

elcaminodelentusiasta.blogspot.com.es


❆ ❆ ❆



¿Alguna vez
has tomado entre tus manos
una piedra
como si fuera
el cadáver de una luciérnaga
y la has olido?
¿Has acercado a ella tu oído
para escuchar
ese idioma extranjero
que es hablado
por todo aquello que nunca ha estado vivo?

Yo sí.
Lo hago en tardes como esta,
llenas de surcos y estrías,
de calles de sentido único
y soles que se derrumban
sobre las flores dormidas.
La luna, en las antípodas,
aún tardará en llegar
para despertarnos los labios
y transformar en joyas nuestras uñas.

Y así, dejo detenidos mis pensamientos,
sobre piedras que fielmente
forman un lecho, un hogar.


Francisca Prieto Martínez
Cehegín, Murcia, España


❆ ❆ ❆



XENOFOBIA

Brillan dentaduras y los ojos
como luciérnagas en la noche,
en el instante que salta la valla de la indignidad
una migración herida por el hambre
y las cuchillas de esa alambrada
hecha con desprecio y avaricia.
Y los arañazos como surcos
se hunden en las estrías de su alma
con la paradoja del ser humano,
que llama extranjeros a hermanos
y les separan con muros de piedra..
Que es capaz de inventar guerras
al continente africano,
antípodas del mundo desarrollado,
Xenofobia de color oscuro denigrado..


Raúl Cerdeño
A Coruña, España

pasionesysensibilidades.blogspot.com.es


❆ ❆ ❆



Dios, si existe, es un guionista pésimo,
todos conocemos el final de su obra
por ello, quiero como Ulises, ser extranjero
buscar en tu piel Ítacas y luciérnagas,
que hagas estrías y señales en mi alma
que lancemos piedras a las puertas del cielo.
y que no exista más argumento
que la improvisación de tus besos.


Josema Carrasco
Zaragoza, España

josemitadinamita.wordpress.com


❆ ❆ ❆



Luna de piedra

Luna canto de piedra,
luz de noche tenue
que el poeta inventa, no habita

Luna de estrías, golpe
de asteroide brutal
bombardea su silueta aterida

Luna de farero de mil desastres
que alivia al escarabajo
de su luz de luciérnaga. Ésta noche

Luna del extranjero relegado
hasta más allá de la antípoda
Por el ojo de la cerradura de la misma sangre
duele al poeta en su cesión a la materia

Sus dedos aún crepitan
con estertores de olvido
No ha cantado sus adioses,
y aún así abdica a la tortura
en el tránsito

Su pupila es una luna de piedra
que no se cierra por sí misma,
en la tierra surcada yace
y su ojo es una noche tenue

Cuatro madres de madres
no velarán su epitafio


Miguel Ángel Carrasco Peña
Sevilla, España


❆ ❆ ❆



(parece fácil la manera
en la que conviertes las cosas)


quitas a la tierra sus estrías,
como si desprendieras
sin esfuerzo la cáscara de una nuez

puede resultar sencillo
el lenguaje de las piedras,
o saber, por ejemplo de tu boca,
la termodinámica del agua,
mientras miro a ojos-luciérnaga
el temblor de tu mano en la piscina

parece sencillo -te decía-
recibirte extranjero en mi pecho,
aún sabiendo que hace tiempo
nuestras lenguas cabalgaron
como locas las antípodas


Eva R. Picazo
Madrid, España

evarpicazo.wordpress.com


❆ ❆ ❆



Ya no siento

Y a tu lado me sentí extranjera,
en piedra me convertí
y a jirones quise arrancar las estrías de tu dolor.

Y quise huir, invisible,
cual luciérnaga de día.

Y en las antípodas de tu ser,
tan sólo, latir.


Victoria Romero Lacomba
Sevilla, España


❆ ❆ ❆



la plaza del pueblo

se aglomeran dias sin pausa,
algarabia, risas, aplausos,
y las milenarias piedras obsenvan,
a los hijos del pueblo, amigos, invitados
       ¡nadie es extranjero!
ardia la tradición, en atmosfera
azulada, cintas grisaceas se
       desprendián.
El judas se deshace.
       -decián-
timidas luciernagas,
de las llamas el brillo recogián,
en las antipodas de la plaza,
       el dia vivian
y el surco de las estrias, del tiempo,
implacables, cobija a los ausentes,
       los desaparecidos.
Alli, en las esquinas, se llergue
un recuerdo y otro, mi niñez.


Juliana Mallen Matarranz
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Del orbe una brecha,
de la tierra una estría,
polvo, arena, piedra,

viaje a las antípodas, extranjero,
de la confusa nada, luciérnaga,
la
vida se desvela.


Nacho Arasa
España


❆ ❆ ❆



Fuego de campamento

La conocí en un campamento de verano
entablamos conversación una noche
que las luciérnagas iluminaban nuestros recuerdos,
los de ella estaban en las antípodas de los míos,
pues no sé si por ser extranjera añoraba más su tierra
o tal vez porque jugando a lanzar la piedra al agua,
yo recordaba mi infancia contando los botes que daba.

Debí aplazar su llanto con mis caricias
y ella me lo agradeció con sus besos,
aquel incipiente amor duró tan solo tres días más,
los que tardamos en acabar esas vacaciones,
luego tarde mucho más en restañar las estrías
que aquella extraña había dejado en mi corazón.


Eusebio Freire Bargados
Limiñón (Abegondo) A Coruña, España

balteu.blogspot.com.es


❆ ❆ ❆

viernes, 11 de abril de 2014

Palabras prestadas #55

Os invitamos a conocer las nuevas palabras prestadas por el escritor y poeta Andrés Neuman. Tienen hasta el martes 22 de abril, para hacer llegar vuestros poemas a la dirección: librodepalabrasprestadas@gmail.com

Antes de enviar tu poema por favor mira las bases en "¿Cómo participo?"



#55  Las Palabras son prestadas por Andrés Neuman.

"Son palabras -dice Andrés- que forman parte de mi vida"

Andrés Neuman (1977) nació y pasó su infancia en Buenos Aires. Hijo de músicos argentinos emigrados, terminó de criarse en Granada, en cuya Universidad fue profesor de literatura latinoamericana. Mediante una votación convocada por el Hay Festival, formó parte de la lista Bogotá-39 entre los nuevos autores más destacados de Latinoamérica. Más tarde, fue seleccionado por la revista británica Granta entre los veintidós mejores narradores jóvenes en español. Escribe regularmente en su blog Microrréplicas. Sus libros están traducidos a catorce idiomas.

A los veintidós años publicó su primera novela, Bariloche (Anagrama, 1999, reeditada en bolsillo en 2008), finalista del Premio Herralde. Sus siguientes novelas fueron La vida en las ventanas (Espasa, 2002), la autoficción familiar Una vez Argentina (Anagrama, 2003, nuevamente finalista del Premio Herralde) y El viajero del siglo (Alfaguara, 2009), que obtuvo el Premio Alfaguara y el Premio de la Crítica, otorgado por la Asociación Española de Críticos Literarios, entre otros. Su novela más reciente es Hablar solos (Alfaguara, 2012).

Es también autor de los libros de cuentos El que espera (Anagrama, 2000), El último minuto (Espasa, 2001, reeditado por Páginas de Espuma, 2007), Alumbramiento (Páginas de Espuma, 2006) y Hacerse el muerto (Páginas de Espuma, 2011). El volumen El fin de la lectura (Lima, Estruendomudo, 2011; Santiago de Chile, Cuneta, 2011; y México D. F., Almadía, 2013) recopila una selección de sus relatos. Ha coordinado, además, Pequeñas resistencias, serie de antologías sobre el cuento actual en español (Páginas de Espuma, 2002-2010).

Como poeta, ha publicado los poemarios Métodos de la noche (Hiperión, 1998), El jugador de billar (Pre-Textos, 2000), El tobogán (Hiperión, 2002, Premio Hiperión), La canción del antílope (Pre-Textos, 2003) y Mística abajo (Acantilado, 2008), así como la colección de haikus urbanos Gotas negras (Plurabelle, 2003, reeditado por Berenice, 2007) y los Sonetos del extraño (Cuadernos del Vigía, 2007). Todos los poemarios anteriores, revisados y con dos libros inéditos, fueron reunidos en el volumen Década. Poesía 1997-2007 (Acantilado, 2008). El libro-disco Alguien al otro lado (La Veleta, Comares, 2011) ofrece una breve antología de sus poemas, musicados y cantados por Juan Trova. Sus poemarios más recientes son Patio de locos (Lima, Estruendomudo, 2011; México D. F., Textofilia, 2011) y No sé por qué (Buenos Aires, Ediciones del Dock, 2011; México D. F., Textofilia, 2012), ambos posteriormente revisados y reunidos en un solo volumen (Pre-Textos, 2013).

Es, finalmente, autor del libro de aforismos El equilibrista (Acantilado, 2005), del libro de viajes por Latinoamérica Cómo viajar sin ver (Alfaguara, 2010) y de las traducciones poéticas del Viaje de invierno, de Wilhelm Müller (Acantilado, 2003), y El hombre sombra, de Owen Sheers (El Tucán de Virginia, 2012).

Microrréplicas
www.andresneuman.com



Las Palabras Prestadas #55

antípoda

piedra

estría

luciérnaga

extranjero




El viernes 25 de abril 2014 publicaremos los poemas y una nueva selección de palabras.




La editorial
Cuadernos del Vigía 

premiará con un libro 
al mejor poema.







Poemas prestados #54

Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por Ana. Te animamos a que sigas participando en la quincuagésima quinta edición que empieza el viernes 11 de abril del año 2014.

Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Duna quién recibirá un libro de la editorial por su poema Mano de musgo.






A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
tierra, roble, musgo, lluvia y sueños.



❆ ❆ ❆



Mano de musgo

Extendía la tierra sus entrañas,
cuando la tarde alzaba el vuelo raso,
y enlazada a los sueños de aquel roble,
caía sobre el musgo, aquella mano.
Mano de lluvia, bendiciones de agua,
musgo hasta en el reverso del costado.
Sueños de cristal, de aire, de premura
sueños de fieltro gris amarengado;
sueños, sueños al fin, y al fin locura,
que aquellas manos nunca habrán soñado.

Espera. El viento llega en dos minutos,
alas de jinete, pezón de cielo,
regresivo aposento al absoluto,
del niño en su estupor y desconsuelo.


Duna
Arenas de San Pedro, Ávila, España

www.dunaaldesnudo.com


❆ ❆ ❆



Raíces

-No lo sé, Papa - Mándale a paseo.
 O dile que vivir aquí no es lo mismo.
 Que aquí la lluvia no empapa la tierra.
 Que llueve y no huele a nada.
 O dile que es un imbécil. Sin más.
 Aunque sea ingeniero. Y tu jefe.
 Háblale de la pena. Y del recuerdo.
 Y de los robles milenarios llenos de
 Musgo que has dejado en el camino.
 Cuéntaselo, Papa. Qué más da.
 Quizá ahora te entienda. O te despida,
 y vuelvas a dormir con sueño.


Jose Manuel Ponce Salgado
Valencia, España


❆ ❆ ❆



Lo que perdura

Anaquel de la tierra
los sueños
son musgo que engendran
y la lluvia alimenta
vida
sin embargo
ser roble ayuda.


Salvador Tamayo Morales
Málaga, España


❆ ❆ ❆



Te poseeré como Zeus a Dánae...

Miles Davis soplará su trompeta de lluvia,
los gatos maullarán al cielo amarillo,
habrá taxis a ninguna parte
y luna llena todas las noches.

Un pentagrama de piel y sueños
arrancará el musgo del pensamiento,
seremos por un instante pura literatura,
esencia, delirio, sexo y miedo.

Temblará, te lo juro, princesa,
por todos los besos de la tierra,
el horizonte perenne de tu sonrisa
y tu nombre tatuado en este roble.

Te poseeré como Zeus a Dánae...


Josema Carrasco
Zaragoza, España


❆ ❆ ❆



Como el roble de la tierra
y el musgo de la lluvia,
se nutren los sueños de imposibles.


Mª José Lisarde Vera
Valencia, España


❆ ❆ ❆



El Bosque

En el bosque de la vida
correrás tras tus sueños
en caminos sinuosos
unas veces saldrá el sol
y otras la oscuridad mas aguerrida.

caerá la lluvia
para acompañar
tus sollozos,

te acompañará
el unicornio
cuando te sientas perdida.

En el bosque de la vida
encontrarás
robles fuertes
que protegerán tu alegría

encontraras tierra oscura
que tiznara tus sueños
de melancolía

En el bosque de la vida
los besos tapizarán
como el suave musgo
esa tierra herida.

entre sollozos risas
tropezones y caídas
bailaras con tus lindas
zapatillas

llevando tu alegría
hasta acabar tu vida
sin jamas caer rendida....


Cristina Eme
Zaragoza, España


❆ ❆ ❆



Confusión

Ausencia prolongada de lluvia
viento cálido en exceso
musgo y tierra resecos.

Confirmada premonición en sueños:
mueren ángeles colgados del roble

Abril mes de las lluvias
el roble ya no soñará cadáveres
húmeda la tierra reverdecerá al musgo
y parirán sus sueños

angelitos verdes.


Julio Alcalá Neches
Castellón, España

julitoches.blogspot.com


❆ ❆ ❆



Sueños de lluvia

El roble emergiendo
sobre alfombra de musgo
agita sus hojas al compás
del murmullo del agua
que discurre
por la cascada aledaña.

Añorando el olor a tierra mojada
tiene sueños de lluvia.


Foto en El Hayedo de Busmayor, © Carmen Lafuente


Carmen Lafuente
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Con la sencillez que el musgo
imagina montañas en los belenes, así
encontramos la tierra prometida.
& a falta de maná & jugosos
antílopes, nuestro banquete diario
consistía en hojas de roble, aderezadas
con escaso aceite & gotas de la lluvia
ácida caída de la gran fábrica.
Los sueños

intactos, no los llegamos ni a rozar.
No era este el anhelado paraíso.
& sin embargo, no
lo cambiarías por nada.


jorge m molinero
Valladolid , España


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UNA CAÍDA

   Era la lluvia de la tarde la que esperaba cada día para peinar sus cabellos, para acertar con el brillo de sus labios que hablaban con la brisa de la primavera. Era del color de la tierra, el mismo que usaba para alzarse hasta el cielo. Era la fuerza de la naturaleza que empleaba para sujetarse al suelo.
   Era amante fiel del verde musgo que en invierno cubría su cuerpo. Era estandarte orgulloso que se erigía hacia la Luna y con la que, en sus inconfesables sueños, dormía cubierto por la negra sombra.
   Era todo, hasta que el brillo traidor de una hoja, hizo mella en la más sutil de las cortezas y, al caer, gritó tu nombre, Roble.





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Niño de la mano

La instantánea muestra a un viejo con una maleta de la mano
De la otra mano un niño
Ahora que la miro mejor, el viejo no es tan viejo
pero el abrigo raído y el pelo de ceniza
muestran las heridas de su espalda
Permanecen en mitad de las vías en una estación
que parece abandonada. No se ven trenes
Ni campana. Algún vagón en vía muerta.
El niño de la mano del que podría ser su padre, su abuelo
De espaldas. Como para empezar a andar vía adelante
con botas de hierro. Pero están quietos.
Miran un horizonte yermo bajo una fina lluvia,
¿o son motitas de polvo, de esas que un rayo de sol desvela?
Polvo que respiramos con el musgo negro de los pulmones
No representa esa escenografía propia de los sueños,
ni mucho menos, aunque se ve humo
procedente de una chimenea enorme de ladrillo,
fábrica a lo lejos en un paisaje industrial de decadencias,
que amasan objetos rancios, sin uso. El último engranaje
que dejará paso a una tierra roma y estéril
No puedo evitar preguntarme por este hombre, este niño
Por su viaje, su equipaje
Y este tiempo de figuras desnudas
que no hablan más que el manzano, el roble, el lentisco.
Arrastran su pasado por vías muertas cubiertas por el zarzal,
el amor de una vida cabe en una pequeña maleta.
De la otra mano un niño


Miguel Ángel Carrasco Peña
Sevilla, España


❆ ❆ ❆



"Al pasar la barca,
me dijo el barquero:
las niñas bonitas
no pagan dinero."


Vestía uniforme azul marino
peinaba trenzas y flequillo
tenía ojeras y mal color.
Mi sueño no era
escribir poemas como loca
ni viajar alrededor de la tierra.
No sabía bailar.

Crecí. Me hice fuerte como un roble,
me corté el pelo casi al cero
y me empeñé en cantar sobre la lluvia,
manchando mis zapatos nuevos
con resquicios de musgo en las aceras.

Hoy, en pijama rosa palo,
con restos de colorete en mis mejillas
escribo con palabras regaladas
algo que pueda parecerse a mí.


Lola Álvarez Feito
Madrid, España

midulcerutina.blogspot.com.es


❆ ❆ ❆



Tierra mojada
cuanta lluvia caída al amanecer
mientras en mis sueños fertilizaba el otoño
pude ver como crecía el musgo en las aristas de aquel roble.


Irene Costa
Mar del Plata, Argentina


❆ ❆ ❆



Roble sagrado

¡Oh roble, no te escondas
con la lluvia,
pues es tu tierra mojada
el musgo sagrado
que alimenta mis sueños!


Paloma Bienert Barberán
Santander, España


❆ ❆ ❆



DISTANCIAS

El poeta sufre, como Neruda
A la izquierda del roble en el botánico.

En el roble rubrica sus ideas
sobre las líneas del tiempo
que suenan a cascabeles bajo la lluvia.

Sí, como cascabeles un poquito tristes.

Él amó tanto a las palabras
que su desesperación fue tormenta de sueños
y sus manos el musgo de los caminos
que escribieron su poesía
tan llena de vacíos y amores viejos.

A la izquierda del Roble de Neruda
me maquillo con un viejo verso
que abre toda una tierra.


Víctor García
Sevilla, España

victorgarcialietor.wordpress.com


❆ ❆ ❆



MIS SUEÑOS

Mis sueños se pierden en la noche,
Si musgo oxidado por el tiempo,
Como el roble muere; la tierra sufre;
Y la lluvia llora.


Francisco E. Martín Cerezo
Málaga, España

lafelicidaddewig.blogspot.com


❆ ❆ ❆



(el lenguaje de los paraguas)

en ese espacio abierto de tejados plásticos,
se ahogan los zapatos y respiran sueños secos
como los pasos de cebra cualquier verano en Donosti,
que siempre terminan en hileras de musgo

se empeña la lluvia en conocernos,
penetra las costuras en ese arrastrar de pies
cuando llevo el paso lento de esta ciudad gris,
y me doblo contra el viento, elástica,
como la rama más alta de un roble

llevo la tierra en los zapatos y la mirada fija en el suelo,
levanto el paraguas calculando la medida del que viene,
como cuando ajustas la pieza que va cayendo del tetris


Eva R. Picazo
Madrid, España

evarpicazo.wordpress.com


❆ ❆ ❆



Emigrante

Hay que plantar tierra,
llenarla de sentido bajo los talones.
Que nuestro pisar sea firme
y que sea la lluvia
la que haga crecer nuevos sueños.
Rodeados de musgo,
en cualquier lugar,
pero fuertes como los robles.


Carmen Monreal Romero
Valencia, España

elcaminodelentusiasta.blogspot.com.es


❆ ❆ ❆



¿Quién le dirá a la lluvia que no sueñe?
¿Quién prohibirá a la tierra que hable?
De roble y musgo, de raíces y hojas vivas.
Con manos, sin uñas, mi corazón envuelto en
pleura opaca se moja hoy sin saber porqué
Y yo vivo mas pegada a lo inexorable,
mientras la lluvia, tu, mi mundo, se esfuma,
se cuela entre piel y pestañas. Y ya nadie la atrapa.
Espero que las horas me vistan y no podré decirle
a la lluvia que no sueñe.
Que no te busque.
Escondido en corazones de musgo verde.
Porque ya no queda tiempo. Es tarde.
Para salvarse hoy de los sueños que me calman.


Chelo Medina


❆ ❆ ❆



Mi cielo

Entre mis brazos, un horizonte perdido
entre mis piernas, el musgo sombrío.
Sobre mi cuerpo, la lluvia ácida del olvido
y sobre mi boca, el polvo de tu tierra frío.
El amanecer sorprendió a mis ojos anubarrados
y las garras del roble atraparon mis últimos suspiros.
Llegó el sueño, azul, cielo.


Keka Conesa Mínguez
Sevilla, España


❆ ❆ ❆



He venido a sentarme
sobre el musgo,
dulce y esponjoso,
que cubre la tierra.
Apoyo la espalda
en el tronco
de este roble
extrañamente vivo.
Animal y vegetal
juntos, silenciosos.
Su tacto es áspero,
perfecto para mis tristezas de hoy.
Veré la luna
como un gigantesco rostro extraterrestre
que curiosea
desde fuera del planeta.
Y llegarán los sueños,
aquellos que nos cuentan,
con dedos de lluvia
y lentos besos muertos,
quiénes somos.


Francisca Prieto Martínez
Cehegín, Murcia, España


❆ ❆ ❆



Runas de Rivendel

En el salón del trono que creció en torno al roble
abrieron toneles de hidromiel,
designaron reyes, planearon campañas
juraron alianzas entre razas,
prepararon la caza del dragón,
se puso el hito en el camino a Lorien
y se decidió la ruta al Monte del Destino.

Ahora que los mapas se han borrado,
la lluvia ha barrido los caminos
y el musgo cubre la tierra que brota
entre el escaso empedrado restante en la ruina.
Si no fuera por el eco de las canciones élficas
que aun resuena después de que todos zarparan
parecería que todo fue sólo un sueño.


Gabriel Merino
Madrid, España


❆ ❆ ❆



SEÑALES

Cuando esto termine
y la tierra que nos sustenta se agriete,
volaremos al vacío donde todo permanece intacto.
Eras presencia
mientras la lluvia regaba con sueños
la siembra de la vida.
Fuiste manos de roble en corazón de musgo
y no quiero duelos.
A veces mientras te pienso,
recibo señales de brisa y escalofrío;
es entonces cuando sé
que no te has ido del todo.


Nicolás Corraliza Tejeda
Cáceres, España

nicolascorraliza.blogspot.com.es


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Oración

cae la lluvia encima de mis sueños
cada gota hace crecer el musgo de mi cuerpo
has tardado, amor,
pero has venido

lléname
como el roble llena con sus raíces la tierra
defíneme
como el cielo define con su color el mar


Jana Tziveleki
Atenas, Grecia

laversiondejana.blogspot.com


❆ ❆ ❆



¿Qué nos queda de aquel roble?
Las heridas escondidas bajo la tierra
horadan los restos del sueño,
sumergido en el musgo que trepa,
guareciendo de la lluvia
las gotas de sal.


Patricia Richmond
Zaragoza, España

patriciarichmond.blogspot.com.es


❆ ❆ ❆



SILENCIO ENALTECIDO

En el cerco de los días surge un sueño
Que levanta la inquietud
De mis suspiros.

Sobre el campo de los muertos
Los montículos de tierra
Te rodean, alma incierta.
Y la lluvia enfurecida te golpea
En el silencio enaltecido.

Los cipreses rumbo al cielo
Son mi asombro en ese suelo
Donde el musgo crece oscuro
Por la panza de los túmulos vencidos.

Los cipreses no son robles,
Que deleitan los amores con los corazones
Hondos que tallaron en sus troncos
Las pasiones. Los cipreses son las lanzas
Que se clavan en la estancia
Del olvido.


Vicente Javier Fernández Gómez
Añastro – Treviño, Burgos, España

vicentejavier-f.blogspot.com.es


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Poema mis gafas (Cómico)

Con mis gafas veo y no veo.
Veo:
Las sillas con diez patas,
la mesa de aire,
la puerta de gasolina,
el suelo sobre el techo,
la lámpara colgando en el mar.
También veo a las personas,
con la cabeza con cuernos de cabra,
los pies de escoba,
las manos como patas de avestruz,
y los ojos con flores plantadas.

No veo:
Las calles llenas de coches y personas,
los robles y hayas del parque,
la tierra tapizada de musgo al borde de los ríos,
el oleaje del mar,
los hermosos senos de las mujeres,
los bañadores de los caminantes de la playa,
los paraguas abiertos los días de lluvia,
dormir un profundo sueño en la cama,
la nevera llena de comida ,
y las cortinas tapando las ventanas.

Y ahora ¿Para qué me sirven mis gafas?.


Paloma Pérez del Pozo
Rivas Vaciamadrid, España

www.mundopoesia.com


❆ ❆ ❆



No comandas aguaceros:
la lluvia cae a tu pesar.
Duermes en camas de musgo;
la lluvia moja tus sueños.
Te tapas con hojas de roble;
la lluvia inunda la tierra.
Harta de lluvia, vuelas;
la lluvia moja tus alas.
Ahogada, por fin, lloras.


Alberto Espuny
Murcia, España


❆ ❆ ❆



Musgo

Hijas de la lluvia y los deseos,
persigan su casa de los sueños:
la prole de los robles de Edén
cuyos rezos en la Tierra envuelven.


Ann Marie Fickes
Virginia, EE. UU


❆ ❆ ❆



Qué ha sido de ti

Ya no te acercas al umbral de la puetra,
ni te recuestas sobre la almohada,
¿qué ha sido de ti?
cuando las estrellas te guiaban,
la lluvia abria los caminos,
mis labios te llamaban,
el roble, recogia el aliento,
se unieron los sueños.
solo lagrimas que trae el dia,
cubren al musgo
que perdurara en el tiempo.
no se puede saber, si te volvere a ver,
en el campo, en la tierra en el espacio.



Juliana Mallén Matarranz
España


❆ ❆ ❆



Imploro no sé qué ni a quién
sujeta como el roble a la tierra
la tierra húmeda y negra
que fecunda la lluvia nutriz
Los sueños se hacen musgo
la vida va más allá de mí


Xisca Minart
Palma de Mallorca, España


❆ ❆ ❆



Quizás sin darle importancia

me gusta pisar fuerte
llegar donde quiero llegar
y que me duela todo el cuerpo,

antes de buscar la herida
revolcarme en mis errores
tocar la lluvia con la punta de los dedos
sin límite de velocidad

y que el musgo se haga eco
que el gran roble sea testigo
de que todo vale
lo bueno, lo malo, lo regular
todo
hay que seguir el camino
y disfrutar cada centímetro
borrando aquello que molesta
y soñando con fuerza cada sueño
que la vida va pasando
cuando, tú te dices que quizás
lo mejor, está siempre por venir


Maribel Moratilla
Zaragoza, España


❆ ❆ ❆



Llueve…
y esta lluvia me trae del olvido
el recuerdo de la tierra mojada
de los días de tiempo indefinido
¿es tarde ya?
Me aferraba a sueños que se han ido
como el musgo a la corteza de un roble…
tantas derrotas, tanto tiempo perdido.
Cae la noche…
y la lluvia se hace tan distinta,
tan amarga que entierra mis sueños
en la memoria, ya no hay vida,
es tarde ya.
He perdido todo, como la sonrisa
que no recuerdo, como cada sueño que,
a diario, resbala por mi mejilla.


Pablo Jesús Pérez
Sevilla, España

fueradecontexto.es


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EN TU CUELLO LA GUERRA

Pisa mi amor descalza
la alfombra de hojas de roble
mojada bajo la lluvia.
Y la cola de caballo de tu pelo
empapado como el musgo,
danzando al son de tus sueños.
Y en tu cuello la guerra
que hipnotiza mi miedo
al caer las gotas en tus senos,
y a la tierra
que pisas mi amor descalza.


Raúl Cerdeño
A Coruña, España

pasionesysensibilidades.blogspot.com.es


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La vieja

Vieja se te pudren los dientes
Te pueden los años, te ronda la muerte
La muerte que no llega, tu mirada perdida
La mirada que ya no dice nada

Vieja te llama la Tierra
Nosotros nos aferramos e ignoramos el llamado
Pensamos que acaso te alegre ver la luz del día
que acaso sentís algo tras la cáscara sin expresión de tu rostro

Aunque tu vida nos pese ya como una lápida
seguimos atados al roble que fueron tus piernas, vieja
Ahora fofas e inútiles
las que fueran nuestra vida misma, nuestra sangre

Y como el musgo, un sarro amarillo crece entre tus dientes
y parece lavar tus sueños una lluvia necia
que se va llevando todo
Hasta cuándo vieja?

Hasta dónde te llevas nuestra memoria?


Angel Lazo Valladares
Escazú, Costa Rica


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